logo fundación Jérôme Lejeune

Nota sobre la edición genética de embriones humanos en China

El día 26 de noviembre despertábamos con un vídeo del investigador chino He Jiankui de la Universidad de Shenzhen, quien aseguraba haber creado los primeros bebés modificados genéticamente: https://www.youtube.com/watch?v=aezxaOn0efE&feature=youtu.be

Según ha señalado el investigador a la agencia AP, han nacido dos niñas mellizas con ADN editado mediante la técnica CRISPR-Cas9, también conocida como edición genética o ‘corta y pega’ genético. La finalidad de la edición genética sería la de privar a estas niñas del gen que vehicula el virus del VIH por lo que no podrían contraer en un futuro la enfermedad (su padre es seropositivo). En primer lugar, quisiéramos señalar que dicha intervención, método y éxito, todavía no ha sido publicado en ninguna revista científica, por lo que, a la espera de su publicación y con los datos que tenemos a día de hoy, hacemos una serie de consideraciones bioéticas al respecto. La edición genética, supuestamente, ha sido realizada en la línea germinal, no somática, por lo que se ha introducido un cambio en el patrimonio genético de la especie humana, se ha generado una nueva estirpe de humanos, algo hasta ahora no realizado, y que será heredado por su descendencia desconociéndose a día de hoy las consecuencias.

Los problemas serían en primer lugar de orden científico: desconocemos si el ensayo ha sido realizado previamente en animales, su tasa de éxito y fracaso, y si se han visto sus efectos a largo plazo en generaciones sucesivas a la de los embriones editados genéticamente. Hay un riesgo elevado de que la eliminación de un gen pueda provocar alteraciones no conocidas en otros y en la descendencia. La intervención no tenía una finalidad terapéutica sino mejorativa, hecho relevante a la hora de valorar bioéticamente dicha práctica.

Como bien señala el Profesor Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética y miembro del Comité Asesor de la Fundación Jérôme Lejeune: “más importante que todo esto es el riesgo que supone la edición de genes en los embriones humanos, en una fase tan temprana en la que aún no se ha diferenciado el tejido germinal. Es decir, el riesgo de producir errores no controlados, por modificación de otras zonas del genoma –off target-, en un embrión que aún no ha empezado a organizar sus tejidos y entre ellos el germinal, del que surgirán los ovarios o testículos -que se empiezan a formar a partir de la séptima semana del desarrollo embrionario-. La técnica CRISPR-Cas9 no garantiza limpieza absoluta y podrían por tanto quedar afectados otros genes que podrían dar lugar a alteraciones incontroladas en la fase adulta de estas personas y/o ser transmitidas, vía gametos, a sus descendientes de las futuras generaciones”.

Desde el punto de vista bioético los principales problemas morales que conlleva esta práctica son: poner en riesgo la vida y la integridad de estas niñas interviniendo sobre ellas sin ninguna seguridad y certeza sobre su salud y su vida; el uso de la técnica de FIVET, con los riesgos y problemas éticos que conlleva; el número de embriones que habrán sido descartados tras el diagnóstico preimplantatorio; la imprudencia del investigador al introducir un cambio del que se desconocen las consecuencias a largo plazo. Por estas y otras razones, consideramos que esta práctica es experimentación ilícita sobre embriones humanos. Además, tampoco sabemos si el consentimiento informado que dieron los padres fue libre y completo, al desconocer estos cuáles son las consecuencias para la salud futura de las niñas.

Desde el punto de vista del derecho, cuanto menos ha sido conculcado el derecho a la vida y a la integridad genética reconocida por la Declaración Universal sobre el Genoma Humano, en particular en su artículo n. 5 en que dice: “Una investigación, un tratamiento o un diagnóstico en relación con el genoma de un individuo, sólo podrá efectuarse previa evaluación rigurosa de los riesgos y las ventajas que entrañe y de conformidad con cualquier otra exigencia de la legislación nacional”.

Bajo el punto de vista científico, de confirmarse el experimento, se ha realizado fuera de la ética profesional de cualquier investigador, que debe regirse por el respeto y la fiabilidad científica del experimento mismo. Además, desde el punto de vista ético y legal, esta intervención ha sido realizada de forma irresponsable e imprudente, atentando contra los derechos fundamentales de las personas implicadas, contra su integridad física, su vida, la libertad y los principios de igualdad y justicia. Es por tanto una acción gravemente inmoral que no respeta la vida de los más pequeños. Un paso más en la deriva mejorativa y eugenésica señalada por el transhumanismo.

 

 

 

Descubre todos los cursos que te ofrecemos.
Pincha aquí para saber más.

¡Suscríbete a nuestra newsletter!

¿Te gustaría estar informado de todas las noticias sobre la Fundación Jérôme Lejeune? Suscríbete a nuestra newsletter y no te pierdas nada.

Síguenos en redes sociales:

0
0
Tu Cesta
Tu carrito esta vacioVolver a la tienda
Search
Close this search box.