Ante la reforma de la ley de educación, que plantea traspasar a los alumnos con discapacidad intelectual de los centros especializados a colegios ordinarios en un plazo de diez años, la Presidenta de la Fundación Jérôme Lejeune en España, Mónica López Barahona, exige a las autoridades que respeten la libertad de los padres para elegir la educación que consideran adecuada para sus hijos con discapacidad.
Madrid, 29 de abril de 2020.– Ante la tramitación del proyecto de ley orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación (conocido como proyecto LOMLOE), Fundación Jérôme Lejeune se ve obligada a manifestar su parecer sobre la disposición adicional cuarta de dicha reforma y que se refiere la evolución de la escolarización del alumnado. Como defensores de los derechos de los niños con discapacidad intelectual y como continuadores de la obra del científico y médico francés Jérôme Lejeune, descubridor de la trisomía 21 causa genética del síndrome de Down, y que dio su vida por el cuidado y la promoción de las personas con discapacidad intelectual de base genética, esta Fundación declara:
“El derecho de los padres a elegir la formación adecuada para sus hijos es un derecho inalienable que no puede ser violentado por ninguna autoridad, pues se desprende de la dignidad personal de los hijos y del ejercicio legítimo de la patria potestad. España es un país en el que el desarrollo de la educación especial ha sido notable, gracias al trabajo de numerosos profesionales que han trabajado para lograr un sistema que ofrece un gran desarrollo personal a las personas con discapacidad, especialmente en el ámbito del síndrome de Down y la discapacidad intelectual, en general. Gracias a ello, muchos de nuestros centros de educación especial son referente internacional por la calidad de la formación prestada en ellos y la especialización de su personal. Es razonable que muchos padres opten por escolarizar a sus hijos en estos centros, sin que esto suponga necesariamente que éstos “requieran una atención muy especializada”. Es éste un concepto jurídico indeterminado que puede dar lugar a abusos de poder que supongan una merma en este derecho de los padres y los hijos, por lo que nuestra Fundación, en ejercicio de su papel de promotora de las personas con discapacidad intelectual de base genética no puede admitirlo de ningún modo.
Por otro lado, reconocemos que ofrecer la posibilidad de abrir estos centros a apoyar a centros de escolarización ordinaria puede ser un gran avance, siempre y cuando esto no suponga una merma del derecho de los padres de personas con discapacidad intelectual a elegir la formación más adecuada, según su parecer, para sus hijos.
Ante esta situación, reconociendo los posibles beneficios que se derivan de la actual redacción de la disposición adicional cuarta del proyecto de ley de educación en tramitación, la Fundación Jérôme Lejeune se opone enérgicamente a su aprobación por lo que supone de limitación de las posibilidades de ejercicio del derecho a la educación por los padres de menores con discapacidad intelectual.
La riqueza de la actual oferta formativa para las personas con discapacidad intelectual en España ha sido alcanzada gracias al esfuerzo ingente de muchos profesionales de gran calidad. Contra esta propuesta de ley, la Fundación Jérôme Lejeune reclama a nuestras autoridades legislativas que continúen promoviendo la riqueza de nuestros centros educativos, tanto de educación especial como ordinarios con posibilidades de inclusión, oponiéndose a toda reducción de las actuales posibilidades de ejercicio del derecho a la educación por parte de los padres de alumnos con discapacidad intelectual.
Al mismo tiempo, la Fundación Jérôme Lejeune solicita encarecidamente a los diputados españoles que modifiquen la actual redacción de esta disposición, permitiendo a los centros de educación especial seguir prestando el excelente servicio formativo que vienen prestando y que se constata en la posterior inserción laboral y social de los alumnos formados en los mencionados centros.”
La Presidenta de la Fundación Jérôme Lejeune en España, Mónica López Barahona, exige a las autoridades que respeten la libertad de los padres para elegir la educación que consideran adecuada para sus hijos con discapacidad.
La Fundación Jérôme Lejeune fue creada en 1995 por los colaboradores, amigos y familiares del profesor Lejeune con la finalidad de dar continuidad a la tarea investigadora y médica que éste había iniciado. Con los fines de investigar, cuidar a las personas con discapacidad intelectual de origen genético y defender la vida humana, la Fundación ha realizado durante dos décadas una tarea investigadora que ha aportado valiosa información para el cuidado y la atención de las personas con síndrome de Down. En el ámbito de la investigación española sobre las causas y posibles terapias de la discapacidad intelectual con base genética, la Fundación Jérôme Lejeune ha invertido cerca de dos millones de euros en grupos investigadores españoles durante los últimos 15 años. Anualmente entrega premios de investigación y dota becas para investigar sobre temas de investigación básica y clínica en el síndrome de Down. Desde 2015, cuenta con una Delegación permanente en España desde donde desarrolla una amplia labor de formación e investigación en el campo de la bioética.